Permitidnos una excepción. La boda que os queremos contar, no ha sido una boda más. Ha sido “LA BODA” en mayúsculas. ¿Por qué? Los protagonistas son Jorge y Laura, y ella es la mona más mona de “Somosmonos”. Así que miren, sientan, rían y únanse al baile.
Laura estaba nerviosa. Las cámaras esta vez la enfocaban a ella. La protagonista de este día –Jorge ahora vamos contigo- recibió a la comitiva de damas de honor/amigas en su casa. Allí ya esperaban sus familiares más íntimos y empezaron los primeros flashes. Todas las miradas eran para ella. Entre brindis y brindis, tuvimos tiempo para comprobar que abrochar un vestido de novia no es fácil para unas damas de honor primerizas, y que la mirada de un padre a una hija cuando la ve vestida de novia lo dice todo. Las risas siguieron y ya nos aventuraban que esta no iba a ser una boda al uso.
Jorge estaba nervioso. Quizá lo disimulaba con esa sonrisa que nunca desaparece de su rosto. Sus amigos y familiares ya se encargaron de hacer desde el primer momento que ese día fuera inolvidable. Posiblemente tendríamos que censurar algunas imágenes de la “vestida” de Jorge, pero que te pinten una mariposa en tu zona noble trasera es algo que no se ve todos los días. Jorge ya podía ir volando hacia el altar.
La ceremonia de Jorge y Laura, deslumbró. Y no lo decimos por las gafas de sol que regalaron a todos los invitados, sino porque brillaron con luz propia –prometemos no más cursiladas en lo que queda de historia-. Una ceremonia donde Jorge no quería llorar (y lloró) y donde Laura tampoco quería (y lo hizo). Se prometieron universos infinitos y agradecieron las palabras de los co-protagonistas de la ceremonia: amigos y familiares que participaron activamente en ella. Tras el “Sí quiero” sonó “Pero el día que te encuentre, en el camino… Lo dejo todo, recojo mis cosas. Me pierdo contigo”. Y todos nos perdimos en una celebración que queríamos que no acabara nunca.
Esta fiesta empezó con unos recién casados –ya les podemos llamar así- haciendo entrada al ritmo de Bruno Mars. Ahí ya sabíamos que nos íbamos a seguir divirtiendo. En la fiesta se sucedieron los momentos emotivos con los regalos por parte Jorge y Laura a sus abuelas, hermanos y amigos; y los detalles que sus “colegas” tuvieron con ellos. Y llegó el baile. Y nos sorprendieron con una coreografía de diez. Tras ellos, todos nos unimos al baile.
La fiesta se alargó (y mucho). Se perdieron algunos invitados, pero Jorge y Laura seguían disfrutando de cada momento con los suyos. Momentos que nos trasladaron incluso a la etapa de Dj Lupo en Gaudi. Un viaje en el tiempo en toda regla.
Seguro que quedan detalles por contar en estas líneas, pero para eso está este trailer. Unos recuerdos que perduran y que nos permiten volver a vivir cada momento, cada instante. Ahora solo podemos deciros que seáis felices, que comáis perdices y que sigáis haciendo “el circo” tan bien como sabéis. Eso os hace especialmente únicos. ¡Viva los novios más monos!
