Ayer fuimos testigos del día más importante para Rocío y David.
La ceremonia, celebrada en la iglesia de San Jorge, fue un momento lleno de emotividad.
Sin embargo, la verdadera diversión comenzó en el convite, que tuvo lugar en la finca del Castell de Barxell. El estilo rústico del lugar añadió un toque cálido y acogedor a la celebración.
David, a pesar de su evidente nerviosismo durante la ceremonia, mostró su lado más divertido y espontáneo.
Gracias, Rocío y David, por confiarnos la tarea de inmortalizar este día tan especial. ¡Les deseamos una vida llena de amor, risas y aventuras!































